“Vivamos la milicia del cristianismo con buen humor

de guerrillero, no con hosquedad de guarnición sitiada”.

Nicolás Gómez Dávila

“Estoy inaugurando en la Argentina la literatura anticlericalosa. En todos los países católicos existe y aquí es una vergüenza. Los eclesiásticos, como toda sociedad humana, tienen sus defectos, abusos y ridiculeces y si no existe un contraveneno, el córrigo-ridendo-mores, campan con todos sus respetos, como una murga cualquiera”.

Padre Leonardo Castellani


sábado, 30 de agosto de 2014

Un Grande


El Gran J. C. Cerianidad en su arribo a San Luis, recibido 
triunfalmente en su última gira apostólica por la ciudad.
(Foto exclusiva de CRM)


Nuestro estimado y sufrido redactor sub-jefe Erwin Passacaglia se tomó el trabajo de escuchar durante un buen rato uno de “Los Especiales de la Radio”. Aquí lo más destacado de su breve informe:

“Los Impotentes fajan al más chico (Una Voce), con los grandes (es decir YO) no se meten”, afirmó el Gran J.C. Cerianidad, en su habitual programa radial de chimentos (por cierto, erróneos y malolientes, se ve que pesca o compra pescado podrido) que conduce el Jorge Rial de la tradición cactólica. Y continuó: “Con los más grandes (es decir YO), que son ellos apaleados por los más grandes (es decir YO), mutis por el foro”.

Caramba: a ver si entendimos bien:

1. El Gran Cerianidad llama “impotentes” a “tres o cuatro blogs”.

2. El Gran Cerianidad acusa a estos blogs de “fajar al más chico”.

3. El Gran Cerianidad se la pasa atacando y “mofándose” (en verdad, despreciando resentidamente) a quienes considera una y otra vez “impotentes”, o sea, a los más chicos. Pues si son impotentes, y él desde luego no lo es,  él está en una posición superior, más fuerte, digamos, que “los impotentes”. Él sí puede.

Conclusión: el Gran Cerianidad acusa a los otros de hacer lo que hace él permanentemente.

¿Será que el verdadero “impotente” necesita acusar a otros de “impotencia” para disimular su propia condición?

Tampoco se puede decir que él se mete con “los más grandes”, puesto que a Mons. Williamson lo llama “jefecito”.

Nos compadecemos del pobre J.C. Cerianidad, que tiene que meterse con y fajar a “impotentes”, “impostores” y “jefecitos”, por no tener contendientes de su altura y tamaño.

Porque, desde luego, J.C. Cerianidad es un Grande, como la foto que incluimos y sus adictos lo ponen en evidencia.

  

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