“Vivamos la milicia del cristianismo con buen humor

de guerrillero, no con hosquedad de guarnición sitiada”.

Nicolás Gómez Dávila

“Estoy inaugurando en la Argentina la literatura anticlericalosa. En todos los países católicos existe y aquí es una vergüenza. Los eclesiásticos, como toda sociedad humana, tienen sus defectos, abusos y ridiculeces y si no existe un contraveneno, el córrigo-ridendo-mores, campan con todos sus respetos, como una murga cualquiera”.

Padre Leonardo Castellani


sábado, 10 de enero de 2015

Charlie y la fábrica de suciedades




¿Otra vez aparece el número mágico?



Sí, señor. Recientemente dimos cuenta del uso de la cifra “6 millones” (¿cifra o marca comercial?) en esta notita de acá. Y resulta que ahora, los que están en peligro de desaparición no son los “6 millones” de judíos sino “6 millones” de musulmanes que hay en Francia. ¿Será este el nuevo “Holocausto”, utilizado para que, cuando alguien cuestione la libertad de la prensa que insulta a Dios y la Religión Católica, se saque a relucir el atentado contra la “sacrosanta libertad de prensa”?

Todo podrá decirse contra lo más Santo y puro de la Religión católica (todo como ahora pero en mayor medida), porque si no…miren lo que costó nuestra amada “Libertad de Prensa”, los muertos no han sido en vano…No se puede permitir que los fundamentalistas y fanáticos religiosos quieran coartar la “Libertad de la Prensa”. Ah, por supuesto, se podrá decir casi todo pero no todo. Imaginen una revista que publicara en su tapa un dibujo de Adolf Hitler violando a una mujer judía con total impunidad. ¿Qué pasaría? Ah, claro, hay temas que no se pueden tocar. Ese es sagrado…Lo demás, la Santísima Trinidad de los católicos, eso es cosa menor…

Tarados liberales

La Nación diario publica la columna de un periodista del Niu York Taims, columna o artículo titulado  “La blasfemia, necesaria en una sociedad libre”.

Ciertamente, no hay nada más idiota que un liberal.

El concepto de blasfemia implica la existencia de Dios: si Dios no existe entonces es absurdo hablar de “blasfemia”. Pero los liberales hablan de “blasfemar”, entonces están diciendo: “injuriar a Dios”. Si creen que no existe Dios, entonces que no hablen de “blasfemar”, pero insisten en usar esa palabra. Con lo cual aunque no quieran están reconociendo la existencia de Dios, de un Dios al que quieren insultar porque “la blasfemia es necesaria en una sociedad libre”. ¿Libre de Dios? Pero ¿cómo van a librarse de Dios si ellos mismos lo llevan consigo al mencionar la blasfemia? Aunque quieran o simulen “librarse de Dios”, su misma estupidez los condena a llevarlo consigo, pero no como Padre y protector, sino como castigo permanente de sus propias impiedades.

Sigue razonando este imbécil liberal de la siguiente manera:

“Si hay un grupo enorme que quiere matarte por algo que dijiste, entonces es algo que casi con certeza debe ser dicho, porque de otro modo los violentos tendrían poder de veto sobre la civilización liberal, y ya no estaríamos hablando de una civilización liberal. Repito, el liberalismo no depende de que nos estemos ofendiendo unos a otros todo el tiempo, y está bien preferir una sociedad donde la ofensa por la ofensa misma sea acotada y no lo invada todo.
Pero cuando las ofensas son vigiladas por asesinos, entonces necesitamos más ofensas, y no menos, porque no se puede permitir que los asesinos crean ni por un instante que su estrategia tendrá éxito”.

Sin embargo lo que vemos permanentemente es que la sociedad liberal lo que hace es atacar cada vez más y más a los indefensos y no a los asesinos: se asesina a los bebés en el vientre de sus madres, ¿son esos bebés asesinos? Se insulta y ofende a los católicos, ¿son los católicos asesinos que necesitan ser ofendidos?

Y agrega más abajo este liberal llamado Ross Douthat: “Pero si publicar algo puede costarnos la vida y uno lo publica igual, uno está -por definición- haciendo un golazo a favor de la libertad, y ése es precisamente el contexto en el que uno necesita que sus conciudadanos dejen de lado sus reparos y se alcen en nuestra defensa”. Oh, seguro, seguro, estos blasfemos son mártires de la libertad, de la sagrada libertad, la única cosa que es sagrada…Pero lo que vemos en verdad es que estos infectos intelectuales progres tienen un miedo horroroso a la muerte, son unos mariquitas que buscan asustados la protección del Estado para que les garantice la impunidad a sus inmundicias (hoy todo el mundo es más o menos de izquierda, decía Gómez Dávila, ¿dónde está el riesgo de serlo? Este es el primer atentado grave que ocurre y detrás hay gato encerrado; los homosexuales buscan la protección de las leyes para pecar sin riesgos de ser "discriminados", etc.) y si este energúmeno que cita La Nación estuviera frente a un pelotón de musulmanes con kalashnikovs apuntándole a la cabeza el tipo se mearía encima y pediría clemencia gimoteando.

Por cierto que otro periodista, este del Clarín, afirma esta otra cosa en favor de su propia causa “sagrada”:Los asesinatos de París agreden más que defienden la causa musulmana tan justa en muchos aspectos. Los muertos del semanario satírico Hebdo que cayeron bajo las balas de las Kalashnikov y los lanzacohetes muestran un choque cultural de dimensiones simbólicas globales. No es la guerra entre Occidente y el Islam, según la teoría del choque de las civilizaciones de Samuel Huntington. Es la batalla de las caricaturas y la sátira contra el fundamentalismo”. Esta nueva actitud absolutamente impune de los medios se puede ver en esta viñeta que condenará a los católicos no conciliares y todo aquel que piense según la verdad con el rótulo de "fanáticos" o "fundamentalistas" peligrosos para la sociedad libre:



De manera que si los musulmanes son un problema en Europa, lo son porque antes se instaló un problema mayor: el liberalismo. Para expulsar a los musulmanes de Europa primero tienen que expulsar a los liberales. Y para expulsar a estos uno de los requisitos es acabar con su maldita y mentirosa prensa. Puede que Dios use de este flagelo musulmán para castigo de la apostasía en los otrora países católicos que hoy blasfeman contra El. Como siempre, no es la prensa ni son las balas mahometanas, es Dios quien tendrá la última palabra.

PD: Comentario visto en un blog español:

Ultramontano dijo...

¿quienes son más perniciosos, los moros-mierda que asesinan o el masonazo Hollande llamando "nuestros héroes" a los dibujantes de ofensas y blasfemias contra Dios y la Virgen María en una inmunda revista de viñetas?

No lo tengo claro, sinceramente, agradecería ayuda.

Lo que sí tengo claro es que la sociedad francesa es aproximadamente igual de imbécil que la española, y que acabaremos todos en manos de Satanás, a través de las "mayorías democráticas" que se manifiestan de forma "pacífica" y masiva.

Que Dios nos coja confesados.


Dos artículos más sobre el tema: acá y acá.

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