“Vivamos la milicia del cristianismo con buen humor

de guerrillero, no con hosquedad de guarnición sitiada”.

Nicolás Gómez Dávila

“Estoy inaugurando en la Argentina la literatura anticlericalosa. En todos los países católicos existe y aquí es una vergüenza. Los eclesiásticos, como toda sociedad humana, tienen sus defectos, abusos y ridiculeces y si no existe un contraveneno, el córrigo-ridendo-mores, campan con todos sus respetos, como una murga cualquiera”.

Padre Leonardo Castellani


sábado, 6 de junio de 2015

El Liberalismo es imbécil


Deberían llamarse así: Panorama Católico Incomprensible



Bastaría ver la foto con que ilustra su artículo, para entender cabalmente el espíritu acuerdista del periodista Marcelo González. Nos muestra a un Mons. Fellay exultante con su más dentífrica sonrisa, delante de la Basílica de San Pedro en Roma. Aire de triunfo que en realidad es un fotomontaje hecho hace mucho tiempo con propósito de ironía o burla hacia el traidor jefe de la Neo-FSSPX, pero que el periodista adicto busca convertir en una muestra de victoria o vaya a saber qué, porque es francamente una ilustración ridícula para su lamentable reseña.

Pero además, ya se muestra deshonesto en el título de la nota, pues quiere desviar el foco de la atención hacia Francisco. Dice: “Mons. Fellay “juez” dice el Vaticano”. ¡Un momento! El que armó todo este revuelo fue el propio Mons. Fellay que hizo la revelación durante un sermón (¿no pudo controlar su lengua?) al decir esto: “¿Y qué hace la Congregación de la Fe? Bueno, ellos me nombraron como juez para este caso. Entonces, yo fui nombrado por Roma, por la Congregación de la Fe para hacer juicios, juicios canónicos de la Iglesia en algunos de nuestros sacerdotes”.

Por lo tanto, el periodista González no es honesto pues en todo caso debería haber dicho: “El Vaticano confirma lo que dijo Mons. Fellay”. Pero además, se busca minimizar la noticia afirmando en el subtítulo que Mons. Fellay es juez “En el caso de un delito grave cometido por un sacerdote de la FSSPX”. Sin embargo lo que dijo el mismo Mons. Fellay es “Entonces, yo fui nombrado por Roma, por la Congregación de la Fe para hacer juicios, juicios canónicos de la Iglesia en algunos de nuestros sacerdotes”, habla en plural.


El periodista González basa su información en un blog informativo línea media que, como otros que reproducen las revelaciones de Mons. Fellay, han omitido cobardemente referirse a la fuente original que descubrió estas escandalosas declaraciones, que es el blog NON POSSUMUS. Otra muestra de deshonestidad, en este caso compartida entre sitios y blogs liberales, tradiliberales y sedevacantistas, los cuales dicen estar para decir la verdad “aunque duela”. En este caso parece que a todos les ha dolido porque o no han tenido la primicia o han tenido que hacer malabares para darla sin comentarios comprometedores. Una vergüenza la de todos ellos.

Pero por si todo esto no fuera poco, en su final “comentario druídico” (sic) vertido en color violeta (¡!), Marcelo González publica este servil comentario, propio de un liberal que no quiere o no puede pensar, pues no es la primera vez que busca exculpar a Mons. Fellay de su traición haciendo recaer en los “caprichos” de Bergoglio el peso de una medida favorable de los modernistas romanos para con la FSSPX:

El primer juez en estos casos debe ser el superior de la orden o el obispo, y luego elevarse a la instancia de la Santa Sede. No constituye ninguna rareza que la FSSPX eleve al Vaticano los casos que superan la competencia de la orden, algo que ha ocurrido muchas veces. La novedad es que se devuelva al superior de una orden "canónicamente inexistente" la función de juez. 

Francisco actúa en forma errática. Dice y hace cosas contradictorias. A qué obedece esta forma de ser sería motivo de una larga deliberación sin certeza de llegar a una respuesta correcta. Es así. Así lo prueban, además, los testimonios de muchos sacerdotes a los que hemos accedido desde antes de que fuera elegido papa. Persigue y deja de perseguir, eleva y hace caer (que lo diga Tucho y su proyecto de encíclica) por razones igualmente ignotas. Muchas veces con personas que no tienen ninguna "relevancia política" dentro del clero. 

En este caso, podría conjeturarse que está jugando con su ala izquierda, cada vez más prepotente (a Francisco no le gusta para nada que lo empujen), o que delegó en algún subordinado que hace su propio juego, como puede ser Mons. Pozzo o el Card. Müller.

O que le dio la gana... Y esto no es una falta de respeto, sino una realidad. Así es Bergoglio. 

Todo es ignoto para González, todo es un gran enigma. Igual que para Mons. Felé, que todavía no sabe qué pensar acerca de Francisco, ¡oh, qué incógnita! ¿Será modernista, será tradicional, será línea media? ¡Oh!, “esta forma de ser sería motivo de larga deliberación sin certeza de llegar a una respuesta correcta”. Quizás hasta piense que las declaraciones de Mons. Felé en ese mismo sermón sean “motivo de una larga deliberación sin certeza de llegar a una respuesta correcta”. En todo caso, Mons. Felé es intocable. No falta nada más que digan: “Prefiero equivocarme con Mons. Felé, antes que acertar con Mons. Lefebvre”.

Pues nosotros no tenemos que hacer ninguna “larga deliberación sin certeza de llegar a una respuesta correcta”, pues tenemos ante nuestros ojos claramente la respuesta: Marcelo González es un periodista liberal de “sensibilidad tradicional” que muestra el grado profundo del contagio liberal irremediable que está haciendo agonizar a la FSSPX, eso sí, con muchas sonrisas, bobas sonrisas.

¡Oh, la estupidez liberal!

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